La pandemia supuso un cambio paradigmático en diferentes esferas de la vida cotidiana. Particularmente, tuvo un gran impacto en el ámbito educativo, al punto de que el mercado mundial del e-learning proyecta una inversión de u$s 457.8 mil millones en 2026, según la compañía GlobeNewswire.
Sin embargo, «lo que se creía que era la innovación en la educación online, que eran los cursos de video grabados, no terminaron siendo tan efectivos para capacitar a los estudiantes», afirmó Matías Kahl, co-fundador de la start up educativa Edison.
El joven de 23 años explicó que, si bien la virtualidad abrió un sinfín de puertas, también implicó una pérdida en el componente social de la educación. Esto, sumado a los monólogos de las clases tradicionales que pasaban a dictarse a través de la pantalla, se traduce en desconcentración y tasas de finalización muy bajas en los cursos online. «Debajo del 10%, de hecho», agregó el licenciado en Administración de Empresas.
Edison: «educación divertida y aplicable»
Frente a esta problemática, Matías Kahl, junto con su profesor de la Universidad de San Andrés, Alejandro Mashad, y su compañero desde primer año de facultad, Tomás Fortín, fundaron Edison: «una startup de educación que busca acelerar la carrera de los profesionales en el mundo digital para impulsar la región».
Así, los 3 fundadores se asociaron con el «top 1% de líderes en la era digital», provenientes de grandes empresas disruptivas y con base tecnológica tales como Mercado Libre, Kavak o Globant, para que dicten sus propios cursos; virtuales, en vivo, e interactivos.
«Nuestros cursos son cortos y aplicables, para que los estudiantes puedan aprender una herramienta rápidamente y seguir su camino. Duran entre 2 y 3 semanas con entre 4 y 8 clases en vivo de 2 horas; eso es el promedio», explicó el co-fundador.
Según indica, la brevedad es una gran ventaja sobre su competencia. Al no comprometer a los estudiantes por largos meses, como suele ocurrir con la mayoría de las instituciones educativas, la tasa de finalización de los cursos en Edison se ubica por encima del 85%.
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Edison: precios y modelo de negocios
Dado que los instructores son profesionales de alta gama con cargos en empresas líderes de Latinoamérica, su convocatoria resultó un desafío para Edison.
Para atraer a estas figuras, el equipo decidió aplicar un modelo de negocios de revenue share, donde se divide los ingresos que genera cada curso y se le otorga un porcentaje mayor al instructor, lo que representa un buen ingreso adicional, más allá de su trabajo fijo.
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«De esta manera, los instructores estarán contribuyendo al crecimiento del talento de la región, van a recibir el reconocimiento de ser dueños de su propio programa educativo y adicionalmente recibirán un ingreso extra», señaló Kahl.
El precio promedio de un curso es de entre u$s 100 y u$s 150 por estudiante. Si bien su valor se define en dólares, Edison admite cualquier moneda latinoamericana como forma de pago.
El voto de confianza inicial
Empleados de Edison
Edison dio sus primeros pasos con una inversión de u$s 100.000, que recaudaron a partir de inversores ángeles. Ahora, cada uno de ellos es propietario de una pequeña parte de la empresa: «entre todos los que entraron en la primera etapa tienen menos de un 10% de Edison», aseguró el cofundador de 23 años.
Kahl también resaltó la importancia de conectar con varios inversores, puesto que «lo más probable es que un porcentaje muy chiquito te diga que sí». En este sentido, comentó: «Empezó siendo complicado, nos cerraron la puerta, hasta que el primero dijo que sí. Cuando ya teníamos a uno adentro, el segundo entró y se empezó a formar una cadena. En 2 meses ya habíamos levantado lo que necesitábamos».
A un año de su lanzamiento, la startup educativa ya habría alcanzado el mismo monto de la inversión inicial en transacciones totales por los cursos.
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Edison: objetivos y visión a futuro
De cara al 2023, la startup se propuso objetivos altamente ambiciosos: «en 2022 capacitamos casi 1.000 alumnos y queremos capacitar a 10 mil en 2023».
Contrario a todo pronóstico de inestabilidad económica y trabas en la inversión, Edison se arma de confianza y hace un llamado a todos los aficionados por el emprendedurismo: «Mi consejo es mándense, hagan y choquen contra las paredes que sea; haciendo es cuando uno va a aprender y crecer», señaló el joven.
Más allá de las dificultades con el tipo cambiario o la alta carga impositiva, el co fundador concluyó: «si alguien dice que no emprende porque vive en Argentina está usándolo de excusa, 100%. Tenes que obviamente rebuscártela un montón, pero te va a hacer pensar en negocios aún más rentables para batallar con esas trabas».