La rivalidad entre Jeff Bezos, el creador de Amazon, y Elon Musk, dos de los titanes tecnológicos más influyentes de la era moderna, ya ha trascendido el comercio electrónico y los autos eléctricos para instalarse en el espacio exterior y en el ámbito de la internet satelital.
Lo que comenzó como una competencia por contratos y patentes de cohetes entre sus empresas, Blue Origin y SpaceX, ahora se transformó en una batalla estratégica por el dominio de un mercado multimillonario que hoy domina Starlink y es clave para el futuro de la conectividad global.
Arranca Proyecto Kuiper de Jeff Bezos
El último capítulo de esta contienda se escribió la semana pasada, cuando Amazon, bajo el liderazgo de Bezos, lanzó desde Cabo Cañaveral el primer lote de 27 satélites de su ambicioso Proyecto Kuiper. El objetivo es claro: desafiar el liderazgo de Starlink, la constelación de SpaceX que ya domina el sector.
El despliegue se realizó con un cohete Atlas V de United Launch Alliance, colocando los satélites a 630 kilómetros de altura. Este lanzamiento marca el inicio de una megaconstelación que, en los próximos años, sumará más de 3.200 satélites para ofrecer banda ancha rápida y asequible a escala global.

Jeff Bezos se lanzó a competir con el servicio Starlink de Elon Musk.
El Proyecto Kuiper, que ya había probado dos satélites en 2023, planea acelerar su despliegue con al menos cinco lanzamientos adicionales en 2025, lo que permitirá poner en órbita cerca de 578 satélites más este año. Aunque Amazon aún no ha confirmado la lista completa de países a los que llegará el servicio, la intención es cubrir zonas rurales y remotas de todo el mundo, replicando la estrategia de Starlink.
Elon Musk sigue adelante con Starlink
Mientras tanto, Starlink mantiene todavía una ventaja significativa. Desde su primer lanzamiento en 2019, SpaceX ha colocado miles de satélites en órbita y ya ofrece servicios en los cinco continentes, incluyendo gran parte de América, Europa, África, Asia y Oceanía, salvo excepciones notables como Rusia, China e Irán. La constelación de Musk supera los 7.000 satélites operativos y sigue expandiéndose, con planes de alcanzar hasta 12.000 en los próximos años.

Jeff Bezos, al igual que Elon Musk, tiene aspiraciones espaciales y mucho dinero para concretarlas.
En este contexto, China aparece como otro contendiente global de gran importancia: su empresa SpaceSail ya tiene satélites en el espacio y planea desplegar nada menos que 15.000 para el año 2030.
A fin de cuentas, la competencia entre los empresarios Bezos y Musk no solo impulsa la innovación tecnológica, sino que promete transformar el acceso a internet en todo el planeta, llevando la conectividad a lugares hasta ahora inaccesibles y redefiniendo el mapa digital del siglo XXI.