En tiempos de consumo tecnológico acelerado, donde los dispositivos se renuevan cada pocos años y los accesorios quedan obsoletos rápidamente, muchos usuarios tienden a acumular viejos cargadores de celular. Sin embargo, lo que parece un simple cable en desuso puede convertirse en una herramienta útil o incluso un objeto de valor.
Lejos de ser solo un residuo tecnológico, el cargador antiguo puede tener múltiples aplicaciones prácticas y, en algunos casos, incluso demandarse en plataformas de reventa o reciclaje especializado.
Llegó el modo invisible a WhatsApp: paso a paso, cómo activarlo
¿Cómo ocultar tu red Wi-Fi para que ningún extraño pueda verla? Parecerá como si no existiera
Qué se puede hacer con un viejo cargador: cinco usos prácticos
Existen varias formas de reutilizar cargadores que ya no se usan para su función original, tanto dentro del hogar como en pequeños proyectos electrónicos. Entre los usos más recomendados se destacan:
Fuente de alimentación para pequeños dispositivos: Muchos cargadores pueden funcionar como adaptadores de corriente para luces LED, radios portátiles, routers antiguos o parlantes de baja potencia.
Recarga de baterías externas: Si el cargador aún funciona y tiene salida USB estándar, puede utilizarse para recargar power banks o baterías portátiles.
Proyectos de electrónica o robótica: En el mundo del DIY (do it yourself), los cargadores antiguos son muy valorados como fuentes de alimentación para pequeños robots, sensores o placas Arduino.
Cargador alternativo para dispositivos secundarios: Un cargador de menor potencia puede servir para alimentar un lector de libros electrónicos, auriculares inalámbricos o juguetes recargables.
Banco de piezas para reparación: Incluso si no funciona, un cargador puede desarmarse y utilizarse para extraer conectores, cables o resistencias, algo muy útil para quienes reparan electrónica de forma amateur o profesional.
¿Cuáles son los cargadores que más valor tienen?
No todos los cargadores antiguos valen lo mismo. Aquellos que todavía funcionan correctamente y son originales de marcas como Nokia, Sony Ericsson, Motorola, Apple o Samsung, pueden tener demanda entre coleccionistas o técnicos que buscan piezas originales.
También tienen valor los cargadores que usan conectores poco frecuentes, como los de 3,5 mm, pines redondos o formatos propietarios que ya no se fabrican, pero que algunas personas aún necesitan para dispositivos en funcionamiento.
Ola de frío polar: cómo proteger tus plantas con un sencillo ingrediente de cocina
En plataformas como Mercado Libre, OLX o sitios de trueque, estos cargadores pueden venderse por precios que oscilan entre los $3.000 y $12.000, dependiendo del modelo, estado y compatibilidad.
Qué no hacer con un cargador viejo
Aunque es tentador tirar los cargadores rotos o sin uso a la basura, no se recomienda desecharlos con residuos comunes, ya que contienen materiales que pueden contaminar el ambiente si no se procesan adecuadamente.
En su lugar, es mejor llevarlos a puntos verdes, campañas de reciclaje electrónico o empresas especializadas en recuperación de residuos tecnológicos. En varias ciudades del país, incluyendo Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza, existen programas municipales o privados para la recolección segura de este tipo de aparatos.

Además, nunca debe reutilizarse un cargador dañado (con cables pelados o enchufes rotos), ya que representa riesgo eléctrico o de incendio.
Cómo identificar si el cargador aún funciona
Para saber si un cargador antiguo todavía sirve, basta con hacer una prueba básica: conectar un dispositivo compatible y verificar si emite corriente. En algunos casos, el cargador puede estar en perfecto estado aunque el cable esté dañado; en ese caso, puede reemplazarse el cableado si se cuenta con conocimientos básicos o ayuda técnica.
También es importante verificar la salida de voltaje y amperaje que figura en la etiqueta del cargador. Esto permite saber qué tipo de dispositivos puede alimentar sin dañarlos. Muchos tienen salida de 5V y 1A o 2A, lo que los hace compatibles con varios accesorios electrónicos.
¿Reutilizar o vender? Una decisión práctica
Tener un viejo cargador guardado ya no es sinónimo de basura. Con un poco de ingenio y conocimientos básicos, puede convertirse en una fuente de energía alternativa, una herramienta útil para el hogar o incluso un pequeño ingreso extra si se lo vende en el mercado de segunda mano.
En momentos donde la electrónica se encarece y la economía familiar busca optimizar recursos, aprender a reutilizar lo que parecía descartable se vuelve no solo una decisión ecológica, sino también económica.