Este graduado del ITBA tiene una particular historia profesional. Literalmente, desde la primera década de su vida fue un autodidacta de la programación: antes de cumplir los 10 años y apenas munido de un par de manuales de la TI 99, comenzó a codear en Basic. Aprendió rápido y, en plena adolescencia, luego de programar jueguitos, comenzó a hacer software para resolver algunos temas de administración en un comercio de la familia.
Creció en ese rubro y llegó a vender programas para administración de empresas Pymes de amigos de la familia. Algo que, inevitablemente, lo hizo ponerse en contacto con muchas necesidades y sutilezas de los negocios desde etapas muy tempranas.
En una original vuelta de tuerca personal, decidió completar su preparación profesional a puro «hard» y se recibió de ingeniero electrónico. Ya al final de su carrera, una nueva casualidad: se anotó en McKinsey -una de las grandes consultoras de la época- que buscaba sumar ingenieros industriales. Y allí quedó como analista, haciendo carrera durante siete años.
Con su particular background, ya desde aquella época aprendió a buscar las soluciones para los problemas de negocios de los clientes, sumando aportes significativos de IT.
Llegó más tarde el momento de volver a capacitarse y se fue a hacer un MBA en Harvard. Al terminar y regresar al mundo de los negocios un buen amigo -Damián Scokin- lo invitó a trabajar en LAN. Pero nada de temas de IT: «Me encargaba de otras cosas», recuerda hoy: «Supervisaba temas de revenue, ventas internacionales, marketing, proveedores y muchos otros temas comerciales».
Lo mismo pasó cuando iniciaron la aventura de Despegar. También allí tenía la responsabilidad del área comercial y eso lo hizo durante mucho tiempo. Hace tres años, el CIO anterior se fue y comenzaron la búsqueda de reemplazo. «Terminé asumiendo yo esa responsabilidad».
Lo particular de este puesto, en esta compañía, es que la empresa necesita sí o sí apalancarse fuertemente en la tecnología porque ahí es donde crea valor. «Nuestro diferencial en el mercado es hacer mejor y en forma diferente todo el negocio. Sumando muchísima tecnología para hacer lo que otros hacen sin ella. Esa es nuestra apuesta de valor diferencial».
Foco en la IA
En ese sentido, ahora están muy enfocados en el desarrollo de SOFIA, el bot de IA que ayuda a los clientes a planificar sus viajes en forma autónoma y personalizada. Pero con precisas opciones híbridas, donde asesores humanos se suman a algunas etapas de este proceso. «Y lo que vemos es que esa combinación, en un equilibrio adecuado, nos da buenos resultados».
Un par de temas llamativos sobre cómo es el día a día de Gonzalo. Supervisa a un gran grupo de cerca de 800 personas encargadas de temas tech, trabajando en locaciones en Brasil, México y Argentina. Para poder seguirlos de cerca, no tiene oficina fija, sino que viaja mucho y trabaja en remoto.
Algo que resalta es que «los equipos de IT deben tener muy en claro qué problema específico van a solucionar. Y para eso solemos buscar gente que tenga un alto expertise del negocio, más allá de la parte técnica usual. Esa idea explica el amplio plan de formación interna que tenemos en Despegar, donde damos cursos a gente junior y los apoyamos para que completen la «escuelita» interna y así crezcan en Despegar. Eso nos ayuda mucho a crear una excelente cultura empresaria, fideliza a nuestra gente y les da estabilidad a los equipos. De hecho, hoy casi no tenemos problemas de rotación» .