Ya está comenzando a tomar forma el llamado dólar tecno, la apuesta de Sergio Massa para dinamizar el sector tecnológico y científico; uno de los que más dólares puede ayudar a ingresar al país.
Recientemente, a través de la Comunicación A 7669, el Banco Central de la República Argentina especificó cómo funcionará el régimen de fomento de la Economía del Conocimiento para empresas en el país o extranjero. La ley beneficia a las empresas con dólares de libre disponibilidad hasta en un 20% de la inversión extranjera directa.
Los beneficiarios podrán convertir en un bono de crédito fiscal hasta el 70 % de las contribuciones patronales.
El beneficio abarca a todas las empresas y servicios que se consideran de base científico-técnica, como desarrollo de software (para el mercado interno o para exportación), ingeniería, bio y nanotecnología, satélites, medicina, etcétera.
Así, la ley busca que las empresas puedan liquidar su remuneración en dólares con un tipo de cambio diferente al oficial sin necesidad de pasar por el MULC (es decir, sin utilizar herramientas como el dólar MEP).
Se considerará pasibles de ser parte del régimen a todas las inversiones en infraestructura, bienes de capital y capital de trabajo -abarcando los salarios del personal en relación de dependencia-, que busquen comenzar nuevos proyectos o la ampliación de aquellos ya existentes y contribuyan a incrementar las exportaciones inherentes al sector. La inversión directa no puede ser menor a los u$s 3 millones para poder aplicar al beneficio.
Cómo van a cobrar los dólares las empresas
La resolución oficial explica que las empresas que entren en el sistema tendrán una cuenta especial nominada en dólares en los bancos, para que puedan recibirlas sin necesidad de pasar por el mercado de cambios. La cuenta solo va a poder ser usada en el marco del uso del sistema de fomento de la Economía del Conocimiento.
El régimen de fomento, cabe aclarar, permite acceder a los beneficios sin la obligación de ser miembro del mismo. Esto significa que los exportadores de servicios (en particular, los programadores) podrán acceder a los beneficios.
Cabe aclarar que el Gobierno en ningún caso se considerará como inversión para la exportación a las actividades financieras, especulativas y/o de portafolio, ni tampoco a las fusiones societarias o adquisiciones de acciones, valores representativos y certificados de depósito en acciones, cuotas o participaciones sociales.