Patricia Martucci, Alejandra Ripa Alberdi y Vanesa Taiah son las fundadoras de Mindhub, una startup que forma y brinda la posibilidad de empleo al talento digital a través de sus bootcamps. Sin embargo, las tres socias no siempre fueron emprendedoras.
Todas formadas en tecnología desarrollaron su carrera por más de 20 años en Accenture. Allí se conocieron y vieron de primera mano cuáles son las necesidades de las empresas a la hora de encontrar talento. Por eso, cuando salieron a la cancha con proyecto propio, apuntaron directamente a solucionar ese gap de capacidades digitales que sufre hoy el mercado.
En 2018 dejaron el mundo de la relación de dependencia para emprender, y lo primero que hicieron fue dedicarse a aprender acerca de las formas más innovadoras de educación para este tipo de talentos que había en el mundo.
Recorrieron varias ciudades y dieron con la metodología de bootcamps, un modelo de aprendizaje intensivo cuya principal característica es la formación de alta intensidad con un temario práctico tipo «learning by doing» (aprender haciendo). A las emprendedoras les gusta la definición de «acelerador de habilidades», una función más que requerida en un contexto laboral en el que los tiempos apremian.
El siguiente paso fue poner su propia impronta a la academia, y lo hicieron mezclando las clases con lo que ellas habían vivido en el mundo corporativo: es decir, unieron ambas puntas, alumnos y empresas. Así, tienen dos patas de negocio: una abierta al público en general y otra pensada para dar servicios a compañías que quieran capacitar a sus empleados.
Y a pesar de que la industria IT tiene una enorme demanda de talento insatisfecha, las emprendedoras explican que así y todo a los estudiantes que recién dan sus primeros pasos les cuesta encontrar su primer empleo. «Por lo general se piden horas de práctica. Nosotros les damos horas de vuelo para que luego se puedan sumar rápidamente a proyectos», menciona Taiah.
Cómo funciona MindHub
Los bootcamps están abiertos a personas tanto con o sin experiencia en programación. Primero hay que pasar por un proceso de admisión que mide habilidades y la modalidad de cursada es totalmente online y sincrónico.
El modelo que se sigue es el «aula invertida»: a través de un desafío práctico se llega a la teoría, con un profesor que va acompañando el proceso de trabajo solos o en equipo. El foco está en imitar al máximo una situación real de trabajo.
«La tecnología es sumamente cambiante, pero esta metodología te da la confianza necesaria para que el día de mañana puedas seguir investigando y formándote por tu cuenta«, mencionan las emprendedoras sobre estos programas que duran (los más básicos) entre 600 y 700 horas.
Para las empresas se arman cursos especializados de acuerdo a sus necesidades de formación, y tienen un abanico de 15 programas diferentes. Los de Java, Full Stack y .NET son los más demandados. Aunque las socias agregan que Low Code es otro tema que está creciendo en presencia.
Con diploma en mano, los estudiantes pueden aplicar a un primer empleo en una multinacional con sueldos promedio -según estimaciones propias de las fundadoras- de entre $ 100.000 y $120.000 brutos. Sin embargo, aclaran que este tipo de habilidades funcionan como «ascensor social», con un crecimiento posterior mucho más rápido que el que se ve en otras industrias.
De hecho, en la academia cuentan con un índice de empleabilidad del 90 por ciento, lo que les permite ofrecer becas: los estudiantes pueden aplicar a un beneficio que permite pagar el curso una vez que se consiga empleo. Un curso básico tiene un costo de $ 500.000.
Las clases pueden cursarse desde cualquier parte del mundo, pero MindHub tiene oficinas en Argentina, Chile y Colombia. Antes de fin de año esperan desembarcar con su equipo en México.
En cifras:
- Fundación: 2018
- Inversión inicial: $ 3,5 millones
- Facturación 2022 (proyectada): $ 1,6 millones
- Cantidad de empleados: 34