Mucho antes de convertirse en la reina de los videojuegos con personajes y títulos icónicos como Mario Bros, Donkey Kong y Pokemon, Nintendo era una empresa que se dedicaba a fabricar naipes. Incluso apostó por otros rubros lejos del mundo del entretenimiento, aunque ninguno logró despegar. El puntapié para su transformación de empresa exitosa a boom mundial se precipitó a fines de los 50, casi siete décadas después de su fundación.
Fusajiro Yamauchi fundó Nintendo Koppai en 1889 con el objetivo de fabricar Hanafuda, una versión nipona de los naipes occidentales. En lugar de cuatro palos, estas tienen doce con dibujos hechos a mano de animales y flores típicas. El negocio de Yamauchi creció y tres años después también introdujo al mercado japonés las barajas típicas de Occidente.
Nintendo se convirtió en un gran player dentro de ese rubro y durante muchos años fue uno de los grandes fabricantes de naipes de Japón. Recién en los 50 la firma intentó modificar su estrategia tras la asunción de Hiroshi Yamauchi, bisnieto del fundador. Él lanza un set de cartas de plástico, en lugar de las artesanales, y en 1959 presenta una versión con personajes de Disney para cautivar al público infantil.
La hora de los juegos
Pero la compañía oriunda de Kioto aún no tenía en claro donde estaba su futuro, por eso incursionó en otros segmentos tan alejados de su core actual, como el arroz instantáneo y las aspiradoras. Su debut en el segmento de juegos llegaría en 1970 con la línea Beam Gun, que mezclaba el entretenimiento con la optoelectrónica.
El primer dispositivo de videojuegos que tuvo fue el Odyssey en 1975 luego de comprar sus derechos para comercializarlo en Japón. Dos años después, en sociedad con Mitsubishi Electric, lanzó su primera consola de videojuegos hogareña, la TV Game. Si bien tuvo otros proyectos dentro del rubro del entretenimiento, en 1981 encontró el segmento que la hizo despegar: los arcade.
El nacimiento de Mario
Un año antes, Nintendo había empezado a desarrollar un juego con el que quería conquistar a los jóvenes estadounidenses. La historia giraba en torno a un carpintero, conocido como Jumpman, que debía salvar a su novia de un mono gigante que la había secuestrado.
Esta premisa se convertiría en Donkey Kong, mientras que, en los Estados Unidos, Jumpman sería rebautizado como Mario. Según la compañía, le dieron este nombre por su parecido con el propietario de sus oficinas en Nueva York.
Después de los arcade llegó el turno de las consolas hogareñas de videojuegos. Esta nueva generación de dispositivos contaba con los cartuchos como herramienta para abrir un horizonte más grande de escenarios, personajes y dinámicas. Primero fue la Family en 1984, luego renombrada como Nintendo Entertainment System (NES). Ahí aparecieron títulos icónicos como Super Mario Bros (ahora como protagonista), Metroid y La leyenda de Zelda.
Evolución en la palma de la mano
Mientras viajaba rumbo al trabajo, uno de los empleados de Nintendo vio a una persona jugando con su calculadora. ¿Y si se pudiera reducir el tamaño de las consolas a la palma de la mano? Eso los inspiró a desarrollar la Game Boy, que salió al mercado en 1989, con el Tetris (creado en 1984) como su juego estrella. En 1996, esa misma consola portátil vio nacer otra de las franquicias históricas de la empresa: Pokemon.
Con el correr de los años, el hardware fue evolucionando y sofisticándose. La Super Nintendo (SNES) salió en 1992 durante la era de los 16 bits. En 1996 llegó el turno de la Nintendo 64, unos meses después apareció la Game Boy Pocket (30% más chica que la original) y siguieron la GameCube (2001), la Wii (2006), La Wii U (2012) y Nintendo Switch (2017).
Los más vendidos
¿Cuál fue la consola más vendida de la historia de Nintendo? De acuerdo a su sitio oficial, la Game Boy comercializó 118 millones de unidades en su historia. En segundo lugar aparece la Switch con más de 111 millones de unidades y la Wii con 101 millones. En cuanto a juegos, el podio tiene a los mismos protagonistas, aunque en distinto orden: Wii (921,8 millones), Switch (863,5 millones) y Game Boy (500 millones).
Hoy el negocio de videojuegos se lleva un 96% de las ventas que, en el balance fiscal de 2022 cerrado en marzo pasado, alcanzaron los u$s 14.000 millones. El resto se lo reparten entre la venta de aplicaciones móviles y las regalías ingresadas por las diversas propiedades intelectuales de la firma (u$s 440 millones) y los naipes (u$s 22 millones).