WhatsApp se transformó en una de las aplicaciones preferidas por los ciberdelincuentes para realizar estafas y, a su vez, robos de cuentas.
Las estrategias son múltiples, pero en este último tiempo la más denunciada por los usuarios de la aplicación de mensajería está ligada al engaño con el que accionan los ladrones.
A través de un mensaje, los estafadores se apropian de las cuentas de WhatsApp y, luego, repiten este proceso hackeando a otros internautas. El objetivo no termina ahí, dado que la ejecución final es apropiarse ilegalmente de su dinero.
Estafas en WhatsApp: ¿en qué consiste el engaño de los ciberdelincuentes?
En primer lugar, los usuarios reciben un mensaje por parte de uno de sus contactos usuales. Al no notar nada extraño, ya que es parte del engaño de los ciberdelincuentes, caen en la trampa.
Los ladrones enviarán un código, el cual les permitirá hackear la cuenta de WhatsApp, siempre y cuando el dueño indique cuál es ese cifrado que reciben por SMS.
«Consulta, ¿no te fijás que sin querer te mandé unos numeritos? ¿Me lo podés reenviar o me mandás captura?», es uno de los mensajes que suelen enviar los estafadores, haciéndose pasar por el contacto.
Como parte del engaño, una vez que el usuario proporcione ese código, perderá la cuenta de WhatsApp de forma inmediata y sin poder hacer nada al respecto.
Ciberdelincuentes: ¿qué pasa una vez que roban la cuenta de WhatsApp?
Los estafadores, una vez logrado el primer paso, intentarán «pedir prestado» dinero al usuario, mostrando cierta confianza al ser un contacto cercano.
«Tengo que hacer un pago por transferencia y mi cuenta no me deja entrar. Te quería pedir si la podrías hacer por mi. Yo en una hora a más tardar te lo devuelvo», le dicen a los internautas.
En caso de negarse a realizar el pago, los ciberdelincuentes confirman el hackeo de la cuenta de WhatsApp y dejan con las manos vacías a su dueño.
¿Cómo evitar estafas en WhatsApp?
En estos casos, la principal recomendación es no brindar información y mucho menos un código de verificación de seis dígitos. No existe ninguna razón para otorgar ese cifrado numérico a un amigo, familiar y/o contactos cercanos.
Tampoco hay que ingresar a links que sean enviados en un contexto extraño o fuera de lo común. Por lo general, una vez que presionen allí, los estafadores toman acción sobre las funciones de su celular y/o cuenta bancaria.