El lanzamiento -y consecuente furor- del modelo de lenguaje artificial ChatGPT no sólo marcó una nueva forma de relacionarse con las máquinas, sino que también desató una carrera feroz entre gigantes como Google, Microsoft y Meta para crear productos revolucionarios basados en inteligencia artificial y aprovecharlos tanto a nivel comercial como institucional.
Amazon no tenía planes para quedarse afuera de esta competencia. De hecho, ya desde el 2017 (previo al lanzamiento de ChatGPT) la firma de comercio electrónico puso a disposición del mercado un servicio de inteligencia artificial llamado Amazon Lex que ayuda a las empresas a crear chatbots personalizados.
Concretamente, esta tecnología se encuentra disponible en Amazon Web Services (AWS), el proveedor líder de servicios en la nube que ahora también integrará un nuevo asistente de IA especialmente diseñado para el uso empresarial. Se trata de Amazon Q, el último desarrollo tecnológico de la multinacional fundada por Jeff Bezos.
Su propósito es claro. Pretende ser una herramienta para el uso interno de las compañías asociadas al servicio de AWS. A través de los datos que carguen las organizaciones en la nube, Amazon Q brindará informes personalizados en cuestión de segundos y ayudará a los empleados con tareas que, antes, requerían de un panel de control y un extenso proceso de recolección y análisis de información.
El chatbot es capaz de responder consultas específicas o generar contenidos acordes a las necesidades de las empresas. En tanto, puede crear imágenes y paneles, cálculos e historias basadas en datos para impulsar la alineación y simplificar la toma de decisiones de diferentes negocios. Así, promete ser un aliado estratégico para gerentes de proyectos, especialistas de marketing y personal de ventas.
«Amazon Q es consciente de los sistemas a los que puede acceder, por lo que puede hacer preguntas detalladas y matizadas y obtener resultados personalizados que incluyan sólo la información que están autorizados a ver», detalló el gigante de comercio electrónico.
En este sentido, si las empresas habilitan los permisos correspondientes, los empleados pueden realizar consultas como: «¿Cuáles son las pautas más recientes para el uso de logotipos?», «¿Cómo puedo crear una aplicación web en AWS?» o hasta pueden solicitar algo como: «Creá un resumen de este informe sobre los espacios de oficina diseñados de manera sostenible».
Si bien la tecnología utilizada en Q no es completamente nueva, hay ciertas características que destacan al chatbot de su competencia. Por ejemplo, el hecho de que no se basa únicamente en un modelo de IA como es el caso del asistente Copilot, de Microsoft. Amazon Q, en cambio, se vincula con Amazon Bedrock, que brinda acceso a una variedad de modelos como Titan de Amazon, Claude de Anthropic e incluso Llama 2 de Meta.
Puesto que es un servicio empresarial, Amazon Q no será gratis. Según revela la empresa fabricante tiene un precio inicial de 20 dólares mensuales por usuario; lo que lo posiciona como una alternativa más barata que los 30 dólares que exige Microsoft por su equivalente dentro de Azure.
En definitiva, el chatbot aterrizará gradualmente en todos los productos de AWS y abrirá el paso para que diferentes corporaciones optimicen sus procesos de manera rápida, simple y hasta más económica. Amazon Q, que recibe su nombre en honor a icónicos personajes de Star Trek y James Bond, también representa una nueva figura en la carrera de la inteligencia artificial; una carrera que consta de cientos de participantes que sacudirán los cimientos de todos los sectores a lo largo de los años.