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Alejandro Wyss y su misión: la transformación digital del Oil & Gas argentino

En el corazón de Vaca Muerta, donde Argentina alberga la segunda mayor reserva de gas no convencional del planeta, se está escribiendo una nueva página en la historia energética del país. Y detrás de la transformación tecnológica que hace posible ese salto histórico está Alejandro Wyss, VP Tecnología de YPF, un CIO que llegó a la petrolera con una misión clara: convertir la tecnología en el motor de la revolución que puede cambiar para siempre la matriz exportadora argentina.

La historia de Wyss con la tecnología comenzó mucho antes de que él mismo lo supiera. «Soy segunda generación de ‘tecnológico’ y de ‘petrolero'», cuenta, recordando a su padre, quien trabajó como operador del centro de cómputos de Esso mientras estudiaba para Contador Público. Y agrega: «Los fines de semana me llevaba a su trabajo, donde yo jugaba con tarjetas perforadas descartadas. Mis primeros garabatos infantiles están dibujados en formularios continuos de 132 columnas».

Esta temprana exposición al mundo de la computación se consolidó cuando, a los 18 años y tras un taller de orientación vocacional que definió su destino, Wyss se prometió estudiar lo que el test indicara. El resultado fue contundente: Sistemas como primera opción, seguido por Ingeniería Industrial e Ingeniería en Alimentos. «Ya que el taller decidió por mí, manos a la obra», recuerda. Aprovechó el verano del 86 para empezar a programar con Pascal en una Commodore 128 con CP/M, un combo bastante avanzado para la época.

El arquitecto de los sistemas financieros

Los ciclos laborales de Wyss fueron largos y profundos, característicos de su generación. Su carrera comenzó en 1989 en Banelco, donde ingresó a través de un programa de prácticas rentadas en el equipo de aplicaciones transaccionales de la red de cajeros y terminales de punto de venta. Allí tuvo la oportunidad de participar en un proyecto histórico: en 1994, puso «online» la recaudación de la DGI en todo el país, un hito tecnológico que modernizó la gestión tributaria argentina.

En 1995, dio un salto que él mismo describe con humor: «Me fui de River a Boca», refiriéndose a su paso de Banelco a Red Link. En esa época, Red Link tenía el 30% de participación en los cajeros automáticos del país. Cuando Wyss terminó su ciclo como Gerente de Sistemas, la empresa había superado a Banelco en cantidad de cajeros, conquistado el 40% del mercado de pagos con boleta, creado la plataforma de banca por Internet más grande del país y se encargaba del clearing y compensación de todos los cheques y transferencias del país. «Y pasamos el ‘corralito'», agrega, recordando uno de los períodos más desafiantes de su carrera.

Una prueba de fuego

Si hay un momento que definió el liderazgo y la capacidad de adaptación de Wyss fue precisamente durante la crisis de 2001. «Me tocó estrenar la posición de Gerente de Sistemas de Red Link en la primera línea de fuego», recuerda. «Con un equipo relativamente chico, muy joven y absolutamente inmaduro, al que no nos quedó otra opción que hacer un salto enorme en cortísimo tiempo. Gladiadores, de un día para el otro».

Los primeros seis meses fueron un desafío en lo emocional, tecnológico y financiero. «Las exigencias de procesamiento cambiaban tres o cuatro veces en un mes, en una época donde las potencias eran irrisorias», explica, y destaca: «La banca por Internet dejó de ser una curiosidad ‘techie’ para transformarse en un servicio esencial». De esa experiencia extrajo una lección que lo acompañaría para siempre: «Aprendí que la noche más negra, al final no es tan negra. Y que hay que preocuparse, pero no perder la serenidad porque siempre hay una salida».

Alejandro Wyss, con una extensa trayectoria en proyectos tecnológicos en distintas industrias.

En 2007, Caja de Valores le ofreció sumarse como CIO/CTO para resolver el desafío de modernizar la plataforma central basada en mainframe. «Pasamos todo a Linux y empezamos un ciclo de modernización por etapas», relata. Este proceso fue crucial para apoyar la evolución del mercado de capitales local, uno de los negocios que más creció en el mundo entre 2000 y 2010.

Después de tres empleadores y más de 30 años de carrera, llegó el momento de YPF. «Es mi cuarto trabajo, y seguramente sea el último, por lo menos en el mundo corporativo», afirma con convicción.

YPF: el desafío de una generación

Wyss ingresó a YPF en diciembre de 2023, como parte del equipo de Horacio Marín, en un momento de transformación crucial para la empresa. El área de Tecnología estaba iniciando un proceso de reestructuración mientras atendía obsolescencias importantes de gran impacto, particularmente relacionadas con la infraestructura SAP.

«Los principales desafíos fueron ajustar la oferta de soluciones a la nueva estrategia derivada del ‘Plan 4×4’ y comenzar el proceso que nos debe llevar a que TIC no sea solo un acompañante de los negocios, sino un habilitador y descubridor de oportunidades», explica. El objetivo es crear una dinámica de trabajo de alto impacto que combine «velocidad y precisión».

Uno de los proyectos más ambiciosos bajo el liderazgo de Wyss es la creación de los Real Time Intelligence Centers (RTIC). «Creemos que RTIC no es una cuestión tecnológica: es acerca de personas, de procesos y de tecnología; integrados, concentrados y alineados», señala.

Estos centros de operaciones en tiempo real funcionan como «hubs» de los procesos clave de los negocios, donde se disponibilizan soluciones «world class» combinadas con desarrollos propios para potenciar las habilidades de los equipos más talentosos. El desafío es enorme: 10 centros en 18 meses, habiendo desplegado los cinco más importantes en menos de un año.

Recientemente, el equipo recorrió las salas de operadores de la industria en Texas y comprobó que están «en el estado del arte». «En la comparación ‘libra por libra’, nadie tiene soluciones más avanzadas», afirma con orgullo, destacando que su equipo lo logró en tiempo récord.

Un RTIC de nueva generación de YPF.

La revolución de la inteligencia artificial

YPF comenzó la exploración de IA como una extensión del equipo interno de Data Analytics. Durante 2024, entraron en una fase de aceleración, ajustando el foco hacia los casos de uso más agresivos en generación de valor y apalancamiento a las operaciones.

En agosto de 2025 lanzaron el programa #IAenYPF, dedicando el segundo semestre a disponibilizar soluciones que alcanzarán a miles de personas. «Los datos son la base de la IA», repite Wyss.

El programa tiene tres pilares: calidad de datos, gobierno de soluciones y «reaprender a trabajar». «Toda herramienta, para ser usada a su máximo potencial, exige un entrenamiento y muchas veces cambiar la manera en que hacemos nuestros trabajos», reflexiona.

Liderazgo desde el servicio

Cuando se le pregunta sobre su filosofía de liderazgo, Wyss recurre a una referencia inesperada: «Lo tenía dando vueltas en la cabeza hasta que un día vi los primeros minutos de la serie New Amsterdam: ‘How can I help you'». Para él, todos los días deben ser una oportunidad para ponerse al servicio del equipo y de los clientes internos y externos.

Sus principios incluyen el concepto de «Gemba» de Toyota: «Siempre ir al piso, al lugar donde ocurren las cosas». También cree que «‘Leader-ar’ es estar en el ‘lead’, así que hay que dar el ejemplo y ponerse al frente». Finalmente, considera fundamental «dar espacio para que las personas del equipo crezcan, porque cuanto más rápidamente crezcamos individualmente, más potente será la maduración de nuestro equipo».

A pesar de la intensidad de su trabajo, Wyss mantiene un «desbalance absoluto entre la cantidad de intereses (muchos) y disponibilidad de tiempo (poco)». Toca guitarra y piano, practica snowboard y windsurf, construye circuitos electrónicos y lee. Recientemente se convirtió en víctima de lo que llama «el deporte más ingrato y apasionante que existe: el golf».

Todos estos intereses funcionan como «cables a tierra», excepto el golf, que define como «una lección de vida de 18 hoyos».

Una misión trascendental

Para Wyss, trabajar en YPF es más que un empleo: es un privilegio y una responsabilidad histórica. «Tenemos la oportunidad de desarrollar a gran escala el potencial de la segunda mayor reserva de gas no convencional del planeta, en un momento en que el gas es la llave para la siguiente fase de transición energética», analiza.

La visión es ambiciosa: liderar junto a otras empresas de la industria un proceso que cambie la matriz exportadora argentina, sentando bases para que las generaciones futuras tengan mejores oportunidades. «Queremos que nuestros hijos y nietos elijan quedarse en nuestro país», dice.

En cinco años, YPF debería estar en la fase final de los proyectos Argentina LNG 2 y 3, con una actividad tres veces mayor en Upstream respecto a la actual. El foco estará en soluciones de eficiencia y optimización aprovechando IA, drones, comunicaciones satelitales LEO y posiblemente robótica aplicada.

«Tenemos la oportunidad de desarrollar a gran escala el potencial de la segunda mayor reserva de gas no convencional del planeta»

El legado de una generación

Cuando reflexiona sobre su legado, Wyss es categórico: «Cuando lo logremos, será de todo el equipo; o, mejor dicho, de toda esta generación». Para él, es necesario «poner las luces altas, abandonar la visión ‘ombligocéntrica’, levantar la cabeza y mirar al largo plazo».

Su filosofía se resume en principios simples, pero poderosos: «Trabajar en equipo. Dar la milla extra. Primero: nuestros clientes y nuestros negocios. Salir del laberinto por arriba. A cada problema, su solución. Humildad, para aprender, para reconocer los errores, para pedir perdón».

Alejandro Wyss representa una nueva generación de líderes tecnológicos que entienden que la transformación digital no es solo sobre sistemas y procesos, sino sobre personas y sueños. En YPF, no solo está modernizando una empresa; está ayudando a escribir el futuro energético de Argentina. Como él mismo dice: «Me parece que más, no se puede pedir».

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