Pedro Moreno no cree en transformaciones digitales sin propósito. «La tecnología no es un fin, es un medio para generar valor real», asegura. Su paso de Life Seguros a Prestige Auto condensa esa visión: llevar los aprendizajes de un sector regulado y orientado a procesos, como el financiero, a uno tradicionalmente centrado en producto y ventas físicas, como el automotriz.
Graduado en ingeniería en sistemas por la Universidad de Palermo, comenzó su carrera técnica desde abajo, ocupando roles de análisis funcional, soporte y desarrollo en entornos de seguros y salud. Por caso, fue analista de sistemas en Someco Electronics donde rápidamente -poco más de un año- ya logró escalar hasta una posición de liderazgo: durante más de un año y medio líder del equipo de sistemas en esa misma organización.
Este temprano contacto con el rol de referente de equipos marcaría el resto de su carrera profesional. Su primer contacto con el mundo de la salud fue en 2008, donde lideró el área de proyectos tecnológicos en la compañía Vittal. Ya para 2012 había ingresado al Grupo ST, holding de capitales nacionales con intereses en banca, seguros y automoción. Allí fue escalando hasta convertirse en CIO de Life Seguros, donde desplegó uno de los procesos de transformación digital más sólidos del mercado asegurador argentino.
Bajo su liderazgo, Life Seguros alcanzó un nivel de autonomía tecnológica inédito: migró completamente a la nube con Azure, logró independencia operativa en 13 meses, un 99,9% de continuidad de servicio y una reducción de costos del 10%. Moreno no sólo diseñó la arquitectura técnica: también convenció al directorio, alineó a todas las áreas del negocio y consolidó un modelo de gestión centrado en el cliente y en la eficiencia operativa.
Pedro Moreno, durante la entrega de Premios a los CIO del año de 2025, que se realizó a fines de agosto.
En 2024, el grupo volvió a llamarlo para liderar la transformación de Prestige Auto, una de las automotrices del holding, donde las urgencias pasaban por lo comercial, lo logístico y la experiencia del cliente. «Traje una mirada de procesos, de control y de eficiencia que en automotrices muchas veces está más desagregada», explicó Moreno en diálogo con Apertura.
Su reconocimiento como segundo puesto en el CIO del año fue impulsado por ese salto sectorial. Sus pares valoraron su capacidad para transformar dos industrias distintas con foco en el cliente, la eficiencia y la innovación.
Integrar todo el journey digital
Uno de los principales desafíos fue construir un modelo de experiencia digital para una empresa tradicionalmente analógica. «En Prestige estamos integrando el journey digital completo del cliente, desde que se interesa por un modelo hasta que agenda su primer service», explicó.
Este modelo incluye desde herramientas de marketing automation y gestión de leads, hasta la trazabilidad completa del ciclo de vida del cliente. También están integrando CRM, plataformas de cotización automática, firma digital y onboarding de servicios postventa. Todo el ecosistema, alojado en cloud, apunta a eliminar fricciones y reducir el tiempo de respuesta al usuario.
La migración a Microsoft Azure sigue siendo una base crítica. «El cloud nos permite movernos a la velocidad del negocio», afirma. Moreno prioriza arquitecturas ágiles, integrables y fácilmente mantenibles por equipos internos. También impulsa el uso de herramientas de IA generativa, como copilotos internos para ventas, marketing y atención postventa, además de tableros predictivos para abastecimiento de repuestos.
Cultura, no control
Moreno tiene un estilo de liderazgo horizontal. «No me interesa supervisar cada tarea. Prefiero formar gente que sepa cuándo y cómo actuar», señala. Bajo su gestión, los equipos trabajan con autonomía, pero con métricas claras. La confianza se gana con resultados y alineación.
Apuesta por cultivar una cultura digital en todos los niveles. Cree que un CIO no debe estar encerrado en tecnología, sino «sentado en la mesa donde se decide la estrategia». Por eso, promueve la rotación de talentos entre áreas, la formación continua y la co-creación de soluciones con usuarios internos.
Para Moreno, ser CIO hoy es entender de negocio. «Queremos que el cliente no sienta que compró un auto y después quedó solo. La posventa, la asistencia y la fidelización también se diseñan», afirma. Esa visión lo llevó a trabajar codo a codo con las áreas de ventas, logística y legales para que la transformación no quede sólo en IT.
También lideró un proyecto de reconversión de concesionarios, que incluyó infraestructura digital, formación de equipos y nuevos canales de contacto. Y creó un hub de innovación para centralizar pilotos de IA, IoT y automatización robótica de procesos (RPA).
Del dato al cliente
Uno de los mayores desafíos al pasar de un grupo financiero a una automotriz fue cambiar el foco: «En seguros, todo gira alrededor del dato. En el mundo automotor, el vehículo sigue siendo el centro. Yo trabajo para que el centro vuelva a ser el cliente», cuenta. Moreno promovió una transformación interna que conecta las áreas de venta, posventa, marketing, logística, CRM y data analytics en un flujo continuo.
La clave está en la trazabilidad y la experiencia: «Un cliente no puede contar tres veces lo mismo. Si quiere hacer un service, cambiar de modelo o consultar por una financiación, la empresa tiene que saber quién es y qué necesita», explica. En esa línea, lideró la integración de datos desde los concesionarios hasta la central, usando herramientas de Power BI y modelos predictivos. El resultado: reducción del 35 % en reclamos vinculados a demoras o falta de información.
Moreno destaca el vínculo con la estrategia regional de Prestige: «Somos parte de una red global, pero la transformación se hace en la calle. Si no entendés lo que pasa en una sucursal de San Martín o Rosario, el plan de transformación queda en un PowerPoint.» Por eso, implementó visitas periódicas a las sucursales antes de tomar decisiones tecnológicas clave. «No podés digitalizar un dolor que no viviste. Hay que escuchar primero.»
Comenzó a trabajar con oficinas de Brasil y México para compartir aprendizajes y explorar sinergias. «Hay temas que nos atraviesan a todos: eficiencia en logística, tiempos de entrega, postventa conectada. Compartir datos y soluciones nos ayuda a avanzar más rápido.» Su objetivo de mediano plazo es escalar soluciones exitosas de Argentina a otros países de la región, sin perder de vista las particularidades locales.
Pedro Moreno hoy lidera el área tecnológica de Prestige Auto Mercedes-Benz.
Aprender a aprender
Pedro Moreno no llegó a ser CIO solo por dominar la tecnología. Su diferencial está en la capacidad de adaptación. «Soy curioso por naturaleza. Me gusta entender cómo funciona todo, incluso lo que no es parte de mi área», explicó. Durante su paso por Life Seguros, estudió normativas de la Superintendencia, participó en talleres de marketing digital y se involucró en áreas como siniestros, legal y compliance. Esa mirada transversal le dio una ventaja clave al momento de rediseñar procesos con impacto directo en el cliente.
También es un defensor del aprendizaje continuo: desde que ingresó al Grupo ST hizo cursos en metodologías ágiles, liderazgo, ciberseguridad, machine learning y transformación cultural. «No podés liderar algo que no entendés, al menos en sus bases», sostiene. Para Moreno, la formación no es un ítem de presupuesto, sino una inversión estratégica.
Más allá de los negocios, Moreno impulsa acciones de impacto social dentro del grupo. En Life Seguros promovió iniciativas de inclusión digital para adultos mayores y mejoras en accesibilidad para personas con discapacidad visual. Ahora, desde Prestige Auto, busca implementar programas de movilidad sustentable y alianzas con escuelas técnicas para formar perfiles digitales en sectores con pocas oportunidades.
«Lo tecnológico tiene que tener sentido para la sociedad, no solo para el balance anual», dijo. Esa mirada también es reconocida dentro del grupo, donde lo valoran como un ejecutivo que no solo entrega resultados, sino que deja huella en la cultura organizacional.
Si bien obtuvo un apreciable segundo puesto del CIO del Año, Moreno no es amigo del autobombo. «Que alguien vea lo que hacés sin que lo promociones, vale más que mil posteos en LinkedIn», comenta. En el ecosistema de tecnología, esa postura lo diferencia. Sus colegas y competidores suelen destacar su bajo perfil, pero también su constancia.
«La transformación digital no es una moda: es un nuevo contrato con el cliente», dijo en la entrevista. En un mercado automotor que apenas comienza a digitalizarse, su tarea recién empieza.