La noticia sacudió al ecosistema emprendedor: una compañía estadounidense -Revelo, con sede hoy en Miami- adquirió Alto (ex Celerative), la firma que dos amigos platenses levantaron a pulmón hace diez años. La operación se da justo cuando Alto cerró 2024 con ingresos por u$s 4.000.000, según datos provistos a El Cronista.
El comprador levantó un capital de u$s 50.000.000, apoyado por fondos como Social Capital, FJ Labs y Valor Capital Group, para expandir su negocio de staff augmentation en América latina.
Para los cofundadores, Pablo Baldomá Jones (CEO) y Juan Salas (CTO), el paso «era lógico» tras una década de crecimiento rentable y sin capital externo. Pero el movimiento abre otra pregunta: ¿qué vio un jugador global para poner la mira en una startup nacida en el corazón del Gran La Plata?
Cómo opera el comprador: IA, billetera y 400.000 desarrolladores verificados
«Revelo surgió en Estados Unidos para conectar talento latino con empresas de los EE.UU. en huso horario compatible», explica Lucas Mendes, cofundador de la firma.
Hoy la plataforma presume una base de 400.000 perfiles certificados y algoritmos de matching basados en modelos de lenguaje (LLM). El negocio es SaaS puro: cobra un fee mensual por cada ingeniero contratado y gestiona nómina, compliance e impuestos. En 2024, las búsquedas asociadas a entrenar LLM representaron el 22% de la facturación.

Para los cofundadores, Juan Salas (CTO) y
Pablo Baldomá Jones (CEO), el paso «era lógico» tras una década de crecimiento rentable y sin capital externo. (Imagen: gentileza Alto)
La compra de Alto -quinta adquisición en treinta meses- refuerza esa máquina de reclutamiento con presencia local y talento senior que ya factura en cuatro continentes. «Estas operaciones nos aportan equipos rentables y know-how regional», afirmó Revelo a través de un comunicado al momento de anunciar la transacción.
De La Plata a Silicon Valley: la ruta de Alto hasta el exit
La historia arranca en un edificio de calle 50: Baldomá Jones y Salas vivieron allí de chicos, aunque lo supieron mucho después, mientras impulsaban el polo IT La Plata y la incubadora La Plata Hub (2013). En 2015 lanzaron Celerative: un «software shop creativo» que pronto descubrió un nicho mayor -la demanda global de programadores- y viró al marketplace.
«En 2015 no cobramos sueldo en todo el año; invertimos cada peso en producto», admite Baldomá Jones. El gran salto llegó en 2018, cuando migraron al modelo de staff augmentation puro: las empresas arman equipos completos full time y Alto asume verificación de antecedentes, pagos y reemplazo de talentos cuando un proyecto termina.
Desde entonces certificaron 15.000 desarrolladores, ejecutaron 200 proyectos y sumaron clientes como BBVA, UNICEF y 24 Hour Fitness. La pandemia de 2020 se llevó 80% de la facturación en dos semanas.
Salas -radicado en San Francisco- también perdió su casa en un incendio, pero convirtió la tragedia en campaña solidaria y mantuvo viva la compañía. El rebranding a Alto (guiño a Palo Alto y a su afición por el montañismo) llegó en 2022, con el equipo repartido en casi 20 países.
Por qué la estadounidense pagó por Alto: rentabilidad desde el día uno y clientes globales
Desde Miami, Mendes resume el atractivo: «portafolio global, cultura rentable y profundo conocimiento del mercado latino». Alto opera con EBITDA positivo desde el inicio; nunca levantó venture capital y, aun así, acumuló un pipeline que sedujo a corporaciones que hoy buscan talento para IA y fintech.
Para Baldomá Jones, el paso implica sumar músculo comercial y herramientas de IA «sin perder el ADN bootstrap». Revelo integrará la plataforma Alto en su suite y usará la marca para profundizar su presencia en los mercados de habla hispana. Los fundadores argentinos se quedarán como heads de expansión para el Cono Sur..

Empresa estadounidense compra Alto, la startup platense de desarrolladores que ya factura u$s 4 M al año. (Imagen: archivo)
Qué viene para los devs y para las firmas que contratan talento en dólares
Revelo respetará el modelo dual: las compañías seguirán fichando equipos completos con nómina administrada, mientras los programadores cobrarán en divisa dura y tendrán cobertura de salud regional.
Con Alto adentro, el unicornio estadounidense suma 15.000 perfiles listos para entrenar modelos de lenguaje y un know-how operativo que, hasta ahora, estaba disperso en consultoras boutique.
Para el ecosistema local, el caso prueba que un exit sin inversión externa es posible cuando el producto resuelve un dolor real con eficiencia y visión global.
Y confirma que, en la guerra mundial por talento de IA, las startups argentinas siguen siendo terreno de caza privilegiado para los gigantes con chequera en dólares.