Desde Netflix hasta Spotify, HBO Max o Star+, las plataformas de streaming de contenido digital crecen sin parar y día a día surgen nuevas opciones: por modestos pagos mensuales, los suscriptores pueden acceder a amplios catálogos de contenido.
En Argentina, Netflix aún se mantiene como el rey de las series y películas, mientras que Spotify domina el mundo de la música por streaming. Sin embargo, durante los últimos años nuevos competidores ganaron terreno con fuerza, y la mayoría de ellos son extranjeros.
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Esto también implica que se paga en moneda extranjera, dado que se está importando un servicio digital. Frente a esto, un nuevo informe del Observatorio Audiovisual del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) reveló cuánto gastan los argentinos en estas plataformas.
Las plataformas de streaming de contenido digital crecen sin parar y día a día surgen opciones nuevas.
El análisis revela un dato inesperado: son millones de dólares los que se abonan en el país en concepto de plataformas digitales de servicios pagas. Específicamente, u$s 300.090.294 en tan solo un año.
LOS MILLONES DE DÓLARES QUE LOS ARGENTINOS PAGAN POR EL STREAMING
Este desembolso tiene un efecto negativo en la balanza comercial argentina, debido a que se registra en el Sistema de Cuentas Nacionales como una importación: esto se debe a que la mayoría de estos servicios son de origen internacional.
El pago tanto de Netflix como de HBO Max, Spotify y el resto de las plataformas de origen foráneo que funcionan en el país está atado al dólar oficial. Algo por lo cual se le suman los fuertes impuestos a las compras con tarjeta en moneda extranjera como el Impuesto PAIS.
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Así, pese a que el valor original de estos servicios suele ser bajo -generalmente no supera los $ 1000 por mes- los precios se inflan con los impuestos. Un ejemplo: aunque el plan básico de Spotify cuesta en principio $ 279 por mes, a este número se le suman unos $ 206 en concepto de IVA, Impuesto PAIS y Ganancias, casi doblando el precio original.
Esto se debe al hecho de que la mayoría de estas plataformas son de origen internacional: Estados Unidos y Suecia son los dos principales exportadores de servicios de streaming a la Argentina, seguidos de Francia, Brasil, el Reino Unido y Países Bajos, entre otros.
Sin embargo, los primeros dos concentran prácticamente la totalidad de la venta de suscripciones digitales en el país. Entre el 2016 y el 2021, Argentina importó en promedio un 88% de sus servicios on demand desde Estados Unidos y un 12% desde Suecia, lo que se explica más que nada por la incidencia de Spotify. Otro 0,46% lo representa Francia.
Argentina importa en promedio un 88% de sus servicios on demand desde Estados Unidos y un 12% desde Suecia.
Además, según los datos del INDEC que analiza el Incaa, el 70% de los servicios digitales que importa el sector hogares en la Argentina se explica por las suscripciones a plataformas de video a demanda (VOD) y de streaming de música y sonido como Netflix, Spotify, HBO Max o Disney Plus.
Según alerta el Incaa, de esta información «se sigue que, además de tener implicancias culturales, las plataformas impactan directamente en la balanza comercial con un saldo deficitario«.
Entre el 2016 y el 2021, el acumulado de la importación total de servicios digitales de todo tipo alcanzó los u$s 2565 millones solamente en consumo hogareño. Estos pagos en dólares, además, crecieron en forma sostenida hasta el año pasado, cuando cayeron levemente.
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Según el análisis, el pico de 2020 y su posterior baja se explican por la cuarentena obligatoria por el coronavirus: «Es interesante observar que con la irrupción de la pandemia del Covid-19, en el segundo y tercer trimestre de 2020 se produce el pico máximo de la demanda de este tipo de servicios«, remarcaron desde el instituto de cine.
El análisis hace hincapié en el dinamismo del mundo de las plataformas digitales por suscripción, y asegura que «todavía es posible esperar la consolidación de los actores de mayor peso, pero también algunos reacomodamientos«.
Finalmente, concluye subrayando que «no hay que perder de vista las transformaciones en la demanda -es decir, en las prácticas de consumo por parte de los usuarios- que puedan incidir en el ecosistema de plataformas».