En pleno auge de las billeteras virtuales y las compras a través de Internet, aún hay una gran parte de la población latinoamericana que no cuenta con conexión estable a la red. De forma paralela, el 50% de los habitantes no está bancarizado.
En este contexto, emprendedores argentinos desarrollaron Inipay, una suerte de posnet, pero que funciona sin conexión a Internet. En principio, funcionó en territorio local, pero en pocos meses se expandieron a varios países de la región, con la bandera de la «inclusión financiera» al frente.
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A Enrique Cortés Funes y Alejandro Repetto les tomó casi dos años poner en funcionamiento un sistema que pudiese reemplazar al clásico posnet para realizar cobros. La clave la tenían clara: no debía depender de Internet para posibilitar operaciones.
Ambos llevan la innovación en las venas, ya que en 2016 diseñaron los primeros prototipos de vehículos autónomos en el país. Con el mismo espíritu crearon Inipay.
«Solucionar problemas», el objetivo de Inipay
«Estamos viendo que hace 10 años llegó la revolución del mundo fintech. Pero en Latinoamérica se sigue transaccionando un 80% en efectivo», considera Cortés Funes en diálogo con El Cronista.
Enrique y Alejandro idearon el dispositivo y ahora lideran el equipo. (Foto: prensa Inipay).
«Además de la innovación, nuestro otro punto fuerte es traer players no tradicionales al mercado», remarca.
En ese sentido, su objetivo fue el de solucionar problemas concretos. «Vimos que todos competían entre sí por la misma torta, nadie se dedicó a ampliarla. Esa fue un poco nuestra obsesión», explica el CEO de la compañía.
Qué es Inipay y cómo funciona
Inipay consiste en una red de pagos basada en tecnología LoRaWAN, que permite dotar de conexión a locales comerciales, sean fijos o móviles, que operan en zonas de baja o inexistente conectividad, para concretar transacciones de pago digital.
El aparato no requiere conexión a Internet. (Foto: prensa Inipay).
Todo se realiza en tiempo real, a través del uso de radiofrecuencia. El dispositivo se comunica vía bluetooth con cualquier smartphone para hacer la carga de los datos de la transacción. Luego envían la información hacia los concentradores (o gateways), que son instalados en puntos con acceso a Internet cubriendo distancias hasta 15 kilómetros en línea recta.
El sistema, según confirman los creadores, es seguro, ya que cumple con las normas PSI y los paquetes viajan encriptados bajo el estándar AES 128, es abierto e interoperable. «Puede conectarse vía APIs con cualquier operador de pagos del mundo», sostienen.
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En febrero el sistema ya operaba en distintos puntos de la Argentina y en poco tiempo se expandió. Lo utilizan en México, Estados Unidos, y están por instalarse en Perú, Colombia y Chile.
Demoraron casi dos años en desarrollar este tipo de teconología. (Foto: prensa Inipay).
Si la zona en la que trabaja el comercio o local que solicite Inipay no cuenta con buena conexión, o incluso se ubica en zonas en las que colapsa la conectividad 4G (como en donde se realizan eventos masivos o canchas de fútbol, por ejemplo), al paquete de la aplicación de cobro y el dispositivo le suman un router con conectividad alternativa.
Desde la compañía hacen hincapié en que resulta beneficioso para los comercios incorporar formas de pago digitales, de manera contraria a lo que se cree, en relación con los impuestos o gastos que implica realizar transacciones.
Hay una gran proporción de la población de Latinoamérica que no está bancarizada.
«Tenemos comprobado que aumentan las ventas y que se genera un circulo virtuoso. Para el comercio es empezar a mejorar la clientela, el nivel de consumo, la transparencia», apunta Cortés Funes.
«También para el turismo es beneficioso, porque paga todo con tarjeta de crédito y debito. Y esto es fundamental para desarrollar las economías locales. Queremos mostrar una cara real de la inclusión financiera«, agrega.